La contención del terapeuta en el tratamiento de la psicosis.

La particular organización subjetiva (tal vez sería mejor hablar de "desorganización subjetiva") del psicótico, frecuentemente hace necesario poner en juego durante su tratamiento "instancias de contención". Esto, que no es novedoso, cobra cierto interés si se puede mostrar que d...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Raúl Fernández Vilanova
Formato: article
Lenguaje:ES
Publicado: Asociacion Espanola de Neuropsiquiatria 1987
Materias:
Acceso en línea:https://doaj.org/article/0242a36129f044d4b703b1bd00b5ed52
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Descripción
Sumario:La particular organización subjetiva (tal vez sería mejor hablar de "desorganización subjetiva") del psicótico, frecuentemente hace necesario poner en juego durante su tratamiento "instancias de contención". Esto, que no es novedoso, cobra cierto interés si se puede mostrar que dichas instancias de contención pueden ser incorporadas dinámicamente al proceso de la cura. Un ejemplo lo constituye el funcionamiento de ciertos hospitales de día, o la función que algunas corrientes psicoterapéuticas hacen jugar a la familia del psicótico. Más importante resulta señalar que por la particularidad de la organización psicótica, el terapeuta tiende frecuentemente a sustraerse del encuentro con el loco. El modo más común (y tal vez por eso el menos llamativo) es la burocratización de su práctica. Para evitar ese efecto, el terapeuta ha de contar con soportes exteriores -que existen de hecho muchas veces sin que se repare en ellos-que le permitan elaborar su angustia y sus sentimientos de impotencia. . Lo que hace necesaria la contención del psicótico tanto como del terapeuta, hay que buscarlo en la naturaleza de la "organización" psicótica. A fundamentar esta hipótesis va destinada la primera parte del trabajo.