Isquemia vertebrobasilar y síndrome de Locked-In
Los eventos vasculares cerebrales de la arteria vertebrobasilar no son tan frecuentes como los que ocurren en la circulación anterior; pero se presentan con igual vulnerabilidad a la ateromatosis, a los fenómenos trombóticos, a los eventos embólicos y a las alteraciones vasoespásticas. Clínicament...
Guardado en:
Autores principales: | , |
---|---|
Formato: | article |
Lenguaje: | EN ES |
Publicado: |
Universidad del Norte
2004
|
Materias: | |
Acceso en línea: | https://doaj.org/article/0fee6505cc544d379f79fc13de5bfcce |
Etiquetas: |
Agregar Etiqueta
Sin Etiquetas, Sea el primero en etiquetar este registro!
|
Sumario: | Los eventos vasculares cerebrales de la arteria vertebrobasilar no son tan frecuentes como los que
ocurren en la circulación anterior; pero se presentan con igual vulnerabilidad a la ateromatosis, a los
fenómenos trombóticos, a los eventos embólicos y a las alteraciones vasoespásticas. Clínicamente, se
presentan síntomas y signos combinados o mixtos de ataxia ipsilateral, hemiplejia contralateral con
pérdida de la sensibilidad, parálisis ipsilateral horizontal de la mirada, nistagmus, vértigos, náuseas y
vómitos, disfagia, sordera, acúfenos, mioclonus palatino y oscilopsia. Cuando el compromiso vascular
compromete a la propia arteria basilar, los signos clínicos son bilaterales, con cuadriplegía, parálisis
bilaterales de la mirada conjugada horizontal, coma, o el síndrome de deferentización (Locked In
ó cautiverio). Estos mismos signos pueden producirse por la alteración de las arterias vertebrales
o por patología unilateral, cuando una de las arterias vertebrales es la fuente dominante del aporte
sanguíneo. La realización de una buena historia clínica y un examen cuidadoso nos dan una impresión
clínica precisa. La realización de exámenes complementarios, como las imágenes diagnósticas
(Escanografía cerebral simple, resonancia magnética cerebral, angioresonancia), son útiles para
diferenciar si el evento es isquémico o hemorrágico, establecer el área de la isquemia y para definir
las pautas diagnósticas y terapéuticas que se deben seguir
El síndrome Locked In es un proceso destructivo (normalmente, obstructivo de la arteria basilar
con el consiguiente infarto de tronco) que interrumpe los tractos descendentes corticobulbares y corticoespinales,
quedando intactas sólo las fibras que controlan el parpadeo, los movimientos oculares
verticales y a la sustancia reticular ascendente. El paciente sólo es capaz de comunicarse mediante
parpadeos o movimientos oculares verticales, ya que todo lo demás está paralizado.
Comentamos el caso de una mujer mestiza de 70 años, quien súbitamente presenta sensación
vertiginosa, disartria, ataxia, hemiparesia izquierda que progresa a cuadriplegía, dificultad respiratoria,
disfagia, apertura ocular espontánea, conservando los movimientos oculares conjugados
verticales y la vigilia. Se le realiza traqueostomía, gastrostomía, manejo de las cifras tensionales con
antihipertensivos endovenosos y orales, con anticoagulación parenteral y oral, con estatinas, terapia
física y respiratoria y los cuidados generales de enfermería.
Se presenta este caso por las características especiales del síndrome de Locked-In, la supervivencia
de la paciente en la fase crítica, así como por realizar una revisión en este tópico tan importante
entre las enfermedades vasculares cerebrales isquémicas |
---|