«Patria uallata asperitate moncium». Pelayo de Oviedo, el «archa» de las reliquias y la creación de una topografía regia

Tradicionalmente, se ha creído que las reliquias conservadas en la Cámara Santa de la catedral de Oviedo se encontraban estrechamente vinculadas a la monarquía desde época de Alfonso II el Casto. Revisando las evidencias, sin embargo, se advierte que resulta imposible encontrar ni una sola prueba qu...

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Autor principal: Raquel Alonso Álvarez
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Publicado: Universitat Autonoma de Barcelona. Departament d'Art i Musica 2008
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Acceso en línea:https://doaj.org/article/45311b6d274a49a5bf2ecae92e94d6f7
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Sumario:Tradicionalmente, se ha creído que las reliquias conservadas en la Cámara Santa de la catedral de Oviedo se encontraban estrechamente vinculadas a la monarquía desde época de Alfonso II el Casto. Revisando las evidencias, sin embargo, se advierte que resulta imposible encontrar ni una sola prueba que demuestre una veneración al relicario ovetense anterior a los últimos años del siglo XI. Los obispos de esa época fueron, con toda seguridad, los responsables de la creación de un fenómeno que acabó por atraer a Oviedo a un cierto número de peregrinos. De entre los prelados que rigieron la sede, destaca, sin duda, la figura de Pelayo. Este personaje, partiendo del lujoso relicario conocido como Arca Santa —anterior a 1102, como se intenta demostrar en este artículo— y un relato de inventio, creó la tradición que vincula a las reliquias de Oviedo con la monarquía asturiana y la defensa del reino cristiano. Pero, además, la obra cronística de Pelayo se esforzó por estrechar las relaciones de la diócesis con los monarcas, ligándolos a un territorio que adquiere así carácter simbólico, puesto que se crea la imagen de una Asturias inexpugnable tras su protección montañosa.