La invención de las parafrenias.

Emil Kraepelin nació el mismo año que Freud, 1856, en Neustrelitz y se formó como médico primeramente a la sombra de B. von Gudden, prestigioso anatomopatólogo y médico personal de Luis II de Baviera. Posteriormente fue asistente del Prof. Flechsig, el neurólogo que aún hoy es recordado por haber tr...

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Autor principal: - Consejo de Redacción
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Lenguaje:ES
Publicado: Asociacion Espanola de Neuropsiquiatria 1996
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Acceso en línea:https://doaj.org/article/4870d62f99954fa3893801114b487496
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Sumario:Emil Kraepelin nació el mismo año que Freud, 1856, en Neustrelitz y se formó como médico primeramente a la sombra de B. von Gudden, prestigioso anatomopatólogo y médico personal de Luis II de Baviera. Posteriormente fue asistente del Prof. Flechsig, el neurólogo que aún hoy es recordado por haber tratado a Daniel Paul Schreber, con quien se formó en anatomía cerebral. Fue docente de Psiquiatría en Dorpat en el año 1886, y en Hedelberg entre los años 1890 y 1904. En adelante, y hasta su muerte sobrevenida en 1926, trabajó en la Clínica Psiquiátrica Universitaria de Munich, cuya cátedra y dirección ocupó hasta 1922. Por dicha Clínica pasaban anualmente unos mil enfermos, que eran cada uno de ellos minuciosamente observados y escrutados: «Cada paciente a su ingreso era detalladamente estudiado, formulándose el juicio diagnóstico a los pocos días, cuya comprobación se establecía después de un tiempo muy prolongado de observación. A parte de la historia clínica y de las observaciones día a día hechas por sus colaboradores, Kraepelin llevaba unas hojas de estudio individual, las que constituían el complemento de la investigación a fondo de cada enfermo. Sobre la base de miles de casos, con historias desde el nacimiento hasta la muerte, apuntaba las enfermedades verificando todos los puntos esenciales de coincidencia en lo que respecta a las causas, a los síntomas, al curso, a la terminación y a los hallazgos de la autopsia. En teoría, Kraepelin tuvo preocupaciones respecto a este método de trabajo, pero en la práctica fue el primero y único en aplicarlo con diligencia, perseverancia, discernimiento y crítica óptimos»