La maniobra del miembro ausente en las primeras sesiones de consulta. Cómo evitar errores irreparables.

Este artículo trata del problema que se presenta a los terapeutas cuando una familia citada a sesión durante la fase de evaluación aparece sin uno de sus miembros. La respuesta no varía: no se hace la sesión. Sin embargo, el terapeuta trata de obtener, de los miembros presentes, la mayor calidad de...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Giuliana Prata
Formato: article
Lenguaje:ES
Publicado: Asociacion Espanola de Neuropsiquiatria 1985
Materias:
Acceso en línea:https://doaj.org/article/58ac3e12fa1b451a8a8bd9143eee0676
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Descripción
Sumario:Este artículo trata del problema que se presenta a los terapeutas cuando una familia citada a sesión durante la fase de evaluación aparece sin uno de sus miembros. La respuesta no varía: no se hace la sesión. Sin embargo, el terapeuta trata de obtener, de los miembros presentes, la mayor calidad de información posible a efecto de comprender el tipo de relación existente en esa familia en particular. Los otros elementos del encuadre terapéutico, horario, honorarios, etc., se manejan de acuerdo a aquello que pueda ser más efectivo y tener más impacto en el sistema. No se vuelve a dar una cita, se deja a la familia la iniciativa. Es un mensaje absolutamente claro en cuanto que es la familia la que debe decidir si va a venir y cuándo quiere hacerlo. Pero, si decide hacerlo, debe aceptar las indicaciones del terapeuta en el sentido de qué personas deben concurrir a la sesión. Esta «contramaniobra» se ha mostrado, en los casos que se detallan, absolutamente eficaz.