La figura del jefe político departamental en Guatemala, El Salvador y Nicaragua durante la primera mitad del siglo XIX

Desde la esfera administrativa, en el siglo XVIII se instaura en la Península de Yucatán la figura del corregidor como una entidad de apoyo al control político-administrativo del territorio. Durante la época colonial, el interior de la Capitanía General de Guatemala se organizó en corregimientos y...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Autor principal: Xiomara Avendaño Rojas
Formato: article
Lenguaje:CA
EN
ES
Publicado: Universitat Autònoma de Barcelona 2019
Materias:
Acceso en línea:https://doaj.org/article/74da1ffaa3c0475a8af8656a74023900
Etiquetas: Agregar Etiqueta
Sin Etiquetas, Sea el primero en etiquetar este registro!
Descripción
Sumario:Desde la esfera administrativa, en el siglo XVIII se instaura en la Península de Yucatán la figura del corregidor como una entidad de apoyo al control político-administrativo del territorio. Durante la época colonial, el interior de la Capitanía General de Guatemala se organizó en corregimientos y alcaldías mayores, y posteriormente en intendencias y subdelegaciones. A partir de la Carta Magna gaditana, la división político-administrativa se transformó en diputaciones provinciales. Entre 1812 y 1824, el antiguo Reino de Guatemala se articuló en una monarquía constitucional (la hispánica y la mexicana) y entre 1824 y 1838, en una república federal. En este último período. cada estado se organizó en departamentos; este proceso de formulación legal de la jefatura política, recogió principios elementales de la tradición hispánica y el liberalismo. En este texto, se abordará el esquema normativo del gobierno territorial en las provincias-estados de Guatemala, El Salvador y Nicaragua desde el enfoque institucional.  Son de gran utilidad las cartas magnas, decretos, instrucciones o reglamentos, e indispensable el uso de una bibliografía especializada en historia del constitucionalismo y de las jefaturas políticas de la antigua América hispánica. La reciente era constitucional entrelaza dos elementos vitales para la comunidad política: las elecciones y la administración pública. Al parecer, en una etapa de construcción del constitucionalismo decimonónico, la figura del jefe político departamental se estableció como una entidad política y administrativa relevante dentro de la estructura estatal; además, fue un representante gubernamental con amplias funciones para controlar el territorio en lo fiscal, lo político, así como un buen intento del control social. Como pregunta guía, presentamos la siguiente: ¿De qué forma la jefatura departamental articuló el gobierno territorial con la nueva forma del ejercicio del poder?