Sobre la no existencia de la monomanía (1854).

2º Examen clínico de los enfermos. La cuestión de la monomanía es esencialmente clínica; es en ese terreno donde los partidarios y los adversarios deben reencontrarse. Por nuestra parte, lejos de temer esta prueba, la provocamos, y la convicción que hemos mantenido desde el inicio de nuestros estudi...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Jean-Pierre Falret
Formato: article
Lenguaje:ES
Publicado: Asociacion Espanola de Neuropsiquiatria 1996
Materias:
Acceso en línea:https://doaj.org/article/78c196c1b9d240af9c1dbda2aad21924
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Descripción
Sumario:2º Examen clínico de los enfermos. La cuestión de la monomanía es esencialmente clínica; es en ese terreno donde los partidarios y los adversarios deben reencontrarse. Por nuestra parte, lejos de temer esta prueba, la provocamos, y la convicción que hemos mantenido desde el inicio de nuestros estudios médicos de la no existencia de la monomanía, no ha dejado de ser corroborada por una larga experiencia. Podemos afirmar que jamás hemos encontrado, tanto en nuestra práctica pública como privada, ninguna monomanía verdadera. ¿Pero cómo transmitir esta convicción? Citar algunos hechos particulares sería a todas luces insuficiente; tan solo podemos elegir tipos e indicar de una manera general los medios de descubrir, por la observación clínica, la multiplicidad de los delirios. Tomemos, por ejemplo, un alienado preocupado por ideas religiosas a quien se clasificara entre los monómanos religiosos. Él dice estar inspirado por Dios, encargado de una misión divina; provee al mundo de una nueva religión, cuyos dogmas singulares expone y al mismo tiempo ejecuta algunas prácticas extrañas. Esta idea, dirán ustedes, es por completo loca; pero, fuera de esta serie de ideas religiosas, razona como el resto de los hombres.