El loco y el idiota.
El loco y el idiota -denominados así, según el uso cotidiano y vulgar, inmisericordemente despectivo -sin duda alguna son las dos figuras paradigmáticas de enajenación de la razón, el uno por desarreglo, el otro por defecto. El loco es el trastornado en su razón, el que se ha hecho un desbarajuste c...
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Formato: | article |
Lenguaje: | ES |
Publicado: |
Asociacion Espanola de Neuropsiquiatria
1982
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Materias: | |
Acceso en línea: | https://doaj.org/article/87791641ac16471e87603bdc1577ced0 |
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Sumario: | El loco y el idiota -denominados así, según el uso cotidiano y vulgar, inmisericordemente despectivo -sin duda alguna son las dos figuras paradigmáticas de enajenación de la razón, el uno por desarreglo, el otro por defecto. El loco es el trastornado en su razón, el que se ha hecho un desbarajuste con un poder anímico esencialmente orientado a crear orden, a producir ideas claras y distintas. El idiota es el deficiente en su razón, el que participa de ella en medida tan escasa que se queda en un grado subhumano, a la altura de los brutos animales. La razón -una cierta determinación ideológica y práctica de la razón -crea al idiota y al loco como necesarios antagonistas para poder desarrollar su aventura histórica. Relegados a los rincones de la escena donde la razón occidental moderna despliega sus hazañas, en ningún modo son personajes secundarios de la historia. En su penumbra y su mutismo revelan sobre la razón secretos que ésta, en toda su cartesiana autoconciencia, nunca quiso ni pudo vislumbrar. |
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