Síntoma, signo e imaginario social.

El síntoma cobra sentido en la biografía del sujeto, y se hace enfermedad según el imaginario colectivo. De los síntomas que dibujaban una clínica sin representación anatómica posible, que estudiara Charcot en la Salpêtrière, a la fibromialgia hay un largo discurrir de las narrativas colectivas. Cad...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Manuel Desviat Muñoz
Formato: article
Lenguaje:ES
Publicado: Asociacion Espanola de Neuropsiquiatria 2010
Materias:
Acceso en línea:https://doaj.org/article/bbfd8de197b544b6848b4ebb29e9415f
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Descripción
Sumario:El síntoma cobra sentido en la biografía del sujeto, y se hace enfermedad según el imaginario colectivo. De los síntomas que dibujaban una clínica sin representación anatómica posible, que estudiara Charcot en la Salpêtrière, a la fibromialgia hay un largo discurrir de las narrativas colectivas. Cada momento histórico escenifica sus representaciones, sean las enfermedades mentales, la manera de entender la familia, la sexualidad o los credos religiosos. Los individuos tienden a expresar situaciones de malestar por medio de formas significativas para su propia cultura. No hay una semiología de la enfermedad psíquica construida con signos aconductuales, sin sentido. Hay que salir de la trampa del DSM para trabajar en la consecución de una psicopatología que permita comprender la enfermedad mental, que permita una clínica del sujeto en su diversidad.