UNIVERSIDAD ILUSTRADA NEOGRANADINA E INDEPENDENCIA DE COLOMBIA (1810 - 2010)

El autor revisa la común opinión según la cual el intendente D. Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres en 1779 dio marcha atrás en la reforma universitaria ilustrada del fiscal D. Francisco Antonio Moreno y Escandón en 1774 en el Nuevo Reino de Granada (Colombia). Eso es cierto en relación con el plan...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Autor principal: Fernando Betancourt Serna
Formato: article
Lenguaje:ES
Publicado: Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia 2010
Materias:
L
Acceso en línea:https://doaj.org/article/d1cb5da89bba451497e1df449900a75d
Etiquetas: Agregar Etiqueta
Sin Etiquetas, Sea el primero en etiquetar este registro!
Descripción
Sumario:El autor revisa la común opinión según la cual el intendente D. Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres en 1779 dio marcha atrás en la reforma universitaria ilustrada del fiscal D. Francisco Antonio Moreno y Escandón en 1774 en el Nuevo Reino de Granada (Colombia). Eso es cierto en relación con el plan de estudios de filosofía y teología. No así en relación con el plan de estudios de jurisprudencia. En efecto, los dos ilustrados, el neogranadino y el castellano, no sólo mantuvieron el plan de estudios de jurisprudencia de 1774, sino que, además, cediendo sutilmente en aquellos planes de filosofía y teología para «volver al método de antes», es decir, el escolástico -en franca decadencia-, añadieron la asignatura de Derecho público, natural y de gentes, adoptando como manual la obra de J. G. Heinnecio (1681 - 1741), «Elementa iuris naturae et gentium» (1738); autor incardinado en la corriente europea del derecho natural racionalista y, por tanto, pieza fundamental en las ideas liberales. En las pocas universidades de la monarquía española que la habían introducido fue abolida por real orden de 31 de julio de 1794 y ejecutada en el Nuevo Reino de Granada al año siguiente. Así pues, durante quince años aproximadamente los juristas peninsulares y neogranadinos se formaron en los ideales políticos de la Ilustración. Por tanto, demasiado tarde para desactivar, tanto en la Península como en el Nuevo Reino de Granada, esa «carga de efecto retardado». De ellos, 28 neogranadinos cayeron fusilados en la guerra de independencia de Colombia. Perdió así el naciente estado-nación su dirigencia jurídico política de primera línea. Circunstancia absolutamente determinante en sentido negativo para el posterior desarrollo político de la sociedad colombiana.