Los pacientes mentales en prisión.
El análisis que aportamos se quiere circunscribir a un hecho detectado: como es, la presencia de pacientes mentales en centros penitenciarios comunes. La diáspora de los enfermos mentales a las prisiones representa un hecho social lleno de significación y contenido indiciario sobre la articulación d...
Guardado en:
Autor principal: | |
---|---|
Formato: | article |
Lenguaje: | ES |
Publicado: |
Asociacion Espanola de Neuropsiquiatria
2001
|
Materias: | |
Acceso en línea: | https://doaj.org/article/df656c9633704e59b67a567ef6afcf49 |
Etiquetas: |
Agregar Etiqueta
Sin Etiquetas, Sea el primero en etiquetar este registro!
|
id |
oai:doaj.org-article:df656c9633704e59b67a567ef6afcf49 |
---|---|
record_format |
dspace |
spelling |
oai:doaj.org-article:df656c9633704e59b67a567ef6afcf492021-12-02T13:08:16ZLos pacientes mentales en prisión.0211-5735https://doaj.org/article/df656c9633704e59b67a567ef6afcf492001-01-01T00:00:00Zhttp://revistaaen.es/index.php/aen/article/view/15761https://doaj.org/toc/0211-5735El análisis que aportamos se quiere circunscribir a un hecho detectado: como es, la presencia de pacientes mentales en centros penitenciarios comunes. La diáspora de los enfermos mentales a las prisiones representa un hecho social lleno de significación y contenido indiciario sobre la articulación de la ética, el derecho y la justicia social. En la investigación se detectaron 370 enfermos mentales crónicos que estaban ingresados en centros penitenciarios comunes en Andalucia. Descubrimos que los pacientes mentales ingresados en centros penitenciarios respondían fielmente al tipo de marginado y excluido social. Se produce un predominio absoluto de hombres frente a las mujeres, de 25 a 40 años de edad. Presentan un nivel cultural muy bajo, casi analfabeto. Carecen de recursos económicos. Y tampoco disfrutan de formación profesional. Destacamos la opinión unánime de todos los especialistas consultados de que la medida de internamiento en un centro penitenciario común no es la más adecuada para atender asistencialmente a un enfermo mental, ni representa terapéutica más indicada. A pesar de todo, sin embargo, y en función de su propia realidad social, el internamiento promueve en muchos casos la primera intervención asistencial de la enfermedad y ayuda a controlar las patologías psiquiátricas.Desde el punto de vista de los valores jurídicos en juego, la nutrida presencia de enfermos mentales en las prisiones revienta los más elementales principios fundamentales de nuestro modelo de Estado social de bienestar, al atentar a la dignidad humana y los valores de libertad y de la propia vida de un grupo de personas vulnerables dentro del colectivo humano.José M Sánchez BursónAsociacion Espanola de NeuropsiquiatriaarticlePacientes mentales en prisión, Ética socialNeurosciences. Biological psychiatry. NeuropsychiatryRC321-571ESRevista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, Vol 21, Iss 78, Pp 139-155 (2001) |
institution |
DOAJ |
collection |
DOAJ |
language |
ES |
topic |
Pacientes mentales en prisión, Ética social Neurosciences. Biological psychiatry. Neuropsychiatry RC321-571 |
spellingShingle |
Pacientes mentales en prisión, Ética social Neurosciences. Biological psychiatry. Neuropsychiatry RC321-571 José M Sánchez Bursón Los pacientes mentales en prisión. |
description |
El análisis que aportamos se quiere circunscribir a un hecho detectado: como es, la presencia de pacientes mentales en centros penitenciarios comunes. La diáspora de los enfermos mentales a las prisiones representa un hecho social lleno de significación y contenido indiciario sobre la articulación de la ética, el derecho y la justicia social. En la investigación se detectaron 370 enfermos mentales crónicos que estaban ingresados en centros penitenciarios comunes en Andalucia. Descubrimos que los pacientes mentales ingresados en centros penitenciarios respondían fielmente al tipo de marginado y excluido social. Se produce un predominio absoluto de hombres frente a las mujeres, de 25 a 40 años de edad. Presentan un nivel cultural muy bajo, casi analfabeto. Carecen de recursos económicos. Y tampoco disfrutan de formación profesional. Destacamos la opinión unánime de todos los especialistas consultados de que la medida de internamiento en un centro penitenciario común no es la más adecuada para atender asistencialmente a un enfermo mental, ni representa terapéutica más indicada. A pesar de todo, sin embargo, y en función de su propia realidad social, el internamiento promueve en muchos casos la primera intervención asistencial de la enfermedad y ayuda a controlar las patologías psiquiátricas.Desde el punto de vista de los valores jurídicos en juego, la nutrida presencia de enfermos mentales en las prisiones revienta los más elementales principios fundamentales de nuestro modelo de Estado social de bienestar, al atentar a la dignidad humana y los valores de libertad y de la propia vida de un grupo de personas vulnerables dentro del colectivo humano. |
format |
article |
author |
José M Sánchez Bursón |
author_facet |
José M Sánchez Bursón |
author_sort |
José M Sánchez Bursón |
title |
Los pacientes mentales en prisión. |
title_short |
Los pacientes mentales en prisión. |
title_full |
Los pacientes mentales en prisión. |
title_fullStr |
Los pacientes mentales en prisión. |
title_full_unstemmed |
Los pacientes mentales en prisión. |
title_sort |
los pacientes mentales en prisión. |
publisher |
Asociacion Espanola de Neuropsiquiatria |
publishDate |
2001 |
url |
https://doaj.org/article/df656c9633704e59b67a567ef6afcf49 |
work_keys_str_mv |
AT josemsanchezburson lospacientesmentalesenprision |
_version_ |
1718393478553010176 |