Una flâneuse disidente en la farmacopornomegalópolis. Promiscuidad, amor y ciudad en Plástico cruel de Jóse Sbarra

Este artículo aborda el estudio de uno de los autores literarios de los años noventa más atrayentes y menos estudiados por la crítica, José Sbarra, a partir de su novela más conocida, Plástico cruel, de 1992. Me centro fundamentalmente en la figura de una de sus protagonistas, Bombón, prostituta tra...

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Autor principal: Atilio Raul Rubino
Formato: article
Lenguaje:ES
Publicado: Universidad de Guadalajara 2021
Materias:
Acceso en línea:https://doaj.org/article/e582a53ce4ff48d0a1d4f1b62c00a89d
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Descripción
Sumario:Este artículo aborda el estudio de uno de los autores literarios de los años noventa más atrayentes y menos estudiados por la crítica, José Sbarra, a partir de su novela más conocida, Plástico cruel, de 1992. Me centro fundamentalmente en la figura de una de sus protagonistas, Bombón, prostituta travesti que se autodenomina como “puta y poeta”, para indagar cómo se desarma una supuesta oposición que establece diferentes status, uno elevado para la poesía y uno degradado para la sexualidad y la materialidad, llevando adelante una desterritorialización de la poesía así como de las zonas corporales y los espacios urbanos de lo que Paul B. Preciado llama farmacopornomegalópolis. Bombón deviene así una resignificación del flâneur moderno en el contexto de la instauración de una identidad gay que, según Perlongher, al intentar ampliar el ámbito de la normalidad arrojaba a los bordes de lo humano a nuevos excluidos como la travesti, la loca o el chongo. A su vez, en la novela de Sbarra podemos pensar también en un cuestionamiento a la naturalización del cuerpo a partir del binomio natural/artificial. Así, los cuerpos hegemónicos respecto a la cisheteronorma aparecen des-naturalizados. En ese sentido, es el personaje de Bombón el que desde una posición abyecta se erige como sujeto deseante (más que como objeto del deseo o de intercambio mercantil). La promiscuidad, así, deviene en un agenciamiento del propio cuerpo y un desvelamiento de que el amor y la familia son fuertes dispositivos de disciplinamiento corporal. Con un estilo fragmentario y polifónico que pasa de lo lírico a lo narrativo, siempre en un tono irónico llevado por momentos al absurdo, la novela de Sbarra constituye para la época un fuerte cuestionamiento a los estándares de la familia tradicional así como a la incipiente normalización de lo gay.