La reeducación de la escritura en los débiles mentales

La no adquisición de la lengua escrita puede ser un elemento de marginación social, a la vez que supone la negación de un instrumento para la formación y desarrollo de la persona; por esto no debe ni puede negarse a los débiles mentales su obtención. No obstante, sus handicaps, así como las exigenci...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Joaquín Gairín
Formato: article
Lenguaje:CA
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ES
Publicado: Universitat Autònoma de Barcelona 1983
Materias:
Acceso en línea:https://doaj.org/article/fc28f0f4edf245d9aa364a8ceb7d04fb
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Descripción
Sumario:La no adquisición de la lengua escrita puede ser un elemento de marginación social, a la vez que supone la negación de un instrumento para la formación y desarrollo de la persona; por esto no debe ni puede negarse a los débiles mentales su obtención. No obstante, sus handicaps, así como las exigencias propias de este aprendizaje (carácter semiológico, campo de realización impuesto y limitado, normas de ejecución precisas) exigen una didáctica más cuidadosa que atienda no sólo a las deficiéncias en si y sus causas, sinó su evolución y relación a los demás elementos integrantes de la realidad escolar. La ejecución gráfica por parte de los débiles mentales presenta ciertas irregularidades que provienen fundamentalmente de la heterocromia de su desarrollo mental y del rechazo a las actividades convergentes, que exigen mayor tiempo y ejercicio en la adquisición de la escritura. Solamente la individualización nos permitirá atender estos aspectos y comunicar el sentido vivencial que la escritura necesita. La debilidad motriz, las deficiéncias perceptivas, los problemas en la organizaci6n espacio-temporal, las alteraciones de lateralidad y los trastornos afectivos serán las deficiéncias que habrá que investigar a través de un diagnóstico continuado. La atención a estas desorganizaciones y a sus posibles relaciones nos permitirá aumentar las posibilidades de éxito de la recuperación de la escritura. Se podrá disminuir la debilidad motriz mediante ejercicios dirigidos a aumentar la fuerza, el tono muscular y a conseguir una adecuada instrumentalización de la pinza de dedos; paralelamente se ha de procurar la inhibición o potenciación de los movimientos asociados que interesan a esta praxis gestual. Todo esto se debe combinar con ejercicios de relajación, que disminuyen la tensión, y periódicos ejercicios de afirmación. La eliminación de un defectuoso análisis de las letras o movimientos deberá considerar las posibles deficiéncias perceptivas o espacio-temporales, que nos permitan estructurar adecuadamente las realizaciones en el campo de la ejecución gráfica. Un predominio lateral definido contribuirá, asimismo, a proporcionar, puntos de referencia en la elaboración de los esquemas organizativos. Por último, la atención a posibles trastornos afectivos nos ayudará a reducir la posibilidad de tensiones extrañas a la propia recuperación.