Algunas impresiones sobre la Trinidad en el Vaticano II

El autor destaca primeramente el escaso uso de algunos términos más específicos de la teología trinitaria, p. e. persona. Así también el vocablo ‘relación’ nunca es aplicado a la Trinidad. Porque las abundantes referencias a la Trinidad, cuya unidad se muestra en la práctica, se desenvuelven casi ex...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Zañartu,Sergio
Lenguaje:Spanish / Castilian
Publicado: Pontificia Universidad Católica de Chile. Facultad de Teología 2002
Acceso en línea:http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0049-34492002000400005
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Descripción
Sumario:El autor destaca primeramente el escaso uso de algunos términos más específicos de la teología trinitaria, p. e. persona. Así también el vocablo ‘relación’ nunca es aplicado a la Trinidad. Porque las abundantes referencias a la Trinidad, cuya unidad se muestra en la práctica, se desenvuelven casi exclusivamente en el horizonte económico. Todo viene del Padre y todo vuelve a él por Cristo (pasando por su pascua) en el Espíritu. Así la Iglesia, tema central, es designio del Padre, fundada por Cristo cabeza del cuerpo, animada por el Espíritu. Igualmente la revelación es la autocomunicación de Dios, que tiene en Cristo su plenitud y nos llega por el Espíritu. La liturgia, que culmina en la Eucaristía, es el culto público de Cristo cabeza, con su cuerpo, al Padre. La Iglesia misionera se origina de las misiones del Hijo y del Espíritu. Cristo es la plenitud del hombre: no sacrifica lo humano sino que lo dignifica en grado sumo. El plan del Padre es instaurar todo en Cristo, que seamos hijos en el Hijo. El Concilio ha devuelto la Trinidad a la vida y se hace impensable una teología que margine la Trinidad. Pero no hay que confundir la teología del Concilio con la del postconcilio.