Frecuencia de malos hábitos orales y su asociación con el desarrollo de anomalías dentomaxilares en niños de 3 a 6 años del área Oriente de Santiago

Los malos hábitos pueden alterar el normal desarrollo orofacial, produciendo deformaciones dentoesqueletales, además de problemas sicológicos, emocionales, de otros sistemas (respiratorio, digestivo) y de aprendizaje. En Chile, la tercera patología odontológica prevalente son las anomalías dentomaxi...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Agurto V.,Pamela, Díaz M.,Rodrigo, Cádiz D.,Olga, Bobenrieth K.,Fernando
Lenguaje:Spanish / Castilian
Publicado: Sociedad Chilena de Pediatría 1999
Materias:
Acceso en línea:http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-41061999000600004
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Descripción
Sumario:Los malos hábitos pueden alterar el normal desarrollo orofacial, produciendo deformaciones dentoesqueletales, además de problemas sicológicos, emocionales, de otros sistemas (respiratorio, digestivo) y de aprendizaje. En Chile, la tercera patología odontológica prevalente son las anomalías dentomaxilares y la causa de su aparición se debe a múltiples factores entre los que destacan los malos hábitos. El objetivo de esta investigación es realizar un estudio de la frecuencia de malos hábitos orales y determinar la relación entre la presencia de malos hábitos y el desarrollo de las anomalías dentomaxilares. El universo estuvo constituido por niños de 3 a 6 años de 6 colegios y 4 jardines infantiles particulares del área oriente de Santiago, con un total de 1110 niños quienes, al momento del examen, presentaban amígdalas sanas, dentición temporal completa e integridad coronaria. El 66% presentó malos hábitos. Se observaron un total de 1 878 casos, siendo los más frecuentes la succión (62%), respiración bucal (23%) e interposición lingual (15%). Los objetos más succionados fueron la mamadera en 55%, el dedo en 23% y chupete 15%. De los niños que presentaron malos hábitos, el 57% (417) presentó a lo menos una anomalía dentomaxilar. Las anomalías más frecuentes fueron distoclusión 38%, mordida cruzada 28% y mordida abierta en 16%. Se corroboró una asociación altamente significativa entre la presencia de los malos hábitos y el desarrollo de maloclusiones, p < 0,0001. La alta frecuencia de malos hábitos y de maloclusiones indica la necesidad que el pediatra sea capaz de detectar malos hábitos y algunos signos de anomalías dentomaxilares en forma precoz, ya que mientras antes sean objetivadas, menor será el daño que provoquen