Trasplante renal en pediatría: una década de experiencia multicéntrica

El trasplante renal en pediatría representa la modalidad óptima de manejo de la insuficiencia renal crónica, ya que permite recuperar en diversos grados las severas complicaciones propias de la uremia, especialmente el retraso del crecimiento. Objetivo: Evaluar los resultados del trasplante renal pe...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Cano Sch.,Francisco, Rosati M.,Pía, Pinto S.,Viola, Quiero,Ximena, Lagos R.,Elizabeth, Delucchi B.,Angela, Hevia A.,Pilar, Salas del C.,Paulina, Rodríguez S.,Eugenio, Ramírez P.,Katica, María Lillo,Ana
Lenguaje:Spanish / Castilian
Publicado: Sociedad Chilena de Pediatría 2001
Materias:
Acceso en línea:http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-41062001000600004
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Descripción
Sumario:El trasplante renal en pediatría representa la modalidad óptima de manejo de la insuficiencia renal crónica, ya que permite recuperar en diversos grados las severas complicaciones propias de la uremia, especialmente el retraso del crecimiento. Objetivo: Evaluar los resultados del trasplante renal pediátrico en 3 centros hospitalarios del país, en un período de 10 años (1989-1999). Pacientes y Método: Evaluación retrospectiva de los trasplantes renales en base a un protocolo común, efectuados en los hospitales Exequiel González Cortés, Luis Calvo Mackenna y San Juan de Dios, entre julio de 1989 y julio de 1999. Se analizaron 3 grupos de variables: un primer grupo de tipo descriptivo para variables demográficas; un segundo grupo para analizar el crecimiento desde el período de recién nacido hasta el último año de seguimiento, y un tercer grupo que analizó aspectos con relación al trasplante, en especial la inmunosupresión, las complicaciones y la función del injerto por períodos anuales. Las variables continuas fueron expresadas como promedio ± desviación estándar, el crecimiento como puntaje Z, la función renal se graficó como el inverso de creatinina en plasma, y al igual que la evaluación del rechazo agudo en relación al tipo de donante vivo o cadáver, se analizó con la prueba de chi² de Pearson. El análisis de la función renal en relación a los tiempos de isquemia tibia y fría se evaluó por el test t de Student, y la sobrevida a 1, 3 y 5 años para el injerto y pacientes se estudió por la curva de Kaplan Meier. Se consideró significativo un p < 5%. Resultados: Se realizaron 98 trasplantes en 92 pacientes, edad 10,9 + 3,2 años, rango 2 a 17; las 3 patologías más importantes causantes de la insuficiencia renal que llevó al trasplante fueron la nefropatía del reflujo, las displasias o hipoplasias renales, y la glomerulonefritis crónica. El crecimiento mostró una caída de un Z --0,6 al nacer a --2,14 al inicio de la diálisis (p < 0,05), y a --2,57 al momento del trasplante (p < 0,05). A los 3 años postrasplante el Z fue de --2,38 , y a los 5 años --2,93. La sobrevida actuarial de los pacientes a 1, 3 y 5 años fue de 97,8 / 95,2 y 92,6 respectivamente para los trasplantes donante vivo, y de 92,6 / 92,6 y 92,6 en los mismos plazos para los trasplantes donante cadáver. La sobrevida del injerto fue de 89, 78 y 71% a 1, 3 y 5 años para donante vivo, y de 84, 76 y 70% respectivamente para donante cadáver. Entre las causas de pérdida del injerto destacan el abandono del tratamiento en 8 casos, la trombosis de los vasos renales en 6, el rechazo crónico en 4 y el rechazo agudo en 3 trasplantes. Las causas de fallecimiento en los 4 pacientes de la serie fueron una septicemia en 2 casos, una bronconeumonía por CMV en 1, y la ruptura de arteria renal en 1 caso. Conclusiones: Este reporte confirma que el trasplante renal pediátrico puede ser realizado en nuestro medio con aceptable morbilidad, baja mortalidad y con una sobrevida del injerto semejante a reportes internacionales