Prevención de la neumonía adquirida en la comunidad

La vacuna anti neumocóccica polivalente disponible desde 1983 incluye 23 serotipos de Streptococcus pneumoniae, que representan cerca de 90% de las cepas que ocasionan enfermedad neumocóccica invasora en adultos inmunocompetentes. La vacuna confiere protección contra la enfermedad neumocóccica invas...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Barros M.,Manuel, Cartagena S.,Claudia, Bavestrello F.,Luis
Lenguaje:Spanish / Castilian
Publicado: Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias 2005
Materias:
Acceso en línea:http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-73482005000200009
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Descripción
Sumario:La vacuna anti neumocóccica polivalente disponible desde 1983 incluye 23 serotipos de Streptococcus pneumoniae, que representan cerca de 90% de las cepas que ocasionan enfermedad neumocóccica invasora en adultos inmunocompetentes. La vacuna confiere protección contra la enfermedad neumocóccica invasora. Se recomienda vacunar a los adultos sanos sobre 65 años de edad, portadores de enfermedades crónicas (cardiopatías, EPOC, nefropatías, diabetes mellitus, cirrosis hepática, pérdida crónica de LCR, asplenia funcional o anatómica, alcoholismo), inmunocomprometidos incluyendo los infectados por VIH, quimioterapia y neoplasias hematológicas. La vacuna anti influenza se prepara con antígenos particulados, e incluye dos tipos antigénicos de virus influenza A y una de influenza B, seleccionados de acuerdo al perfil epidemiológico que arroja la vigilancia mundial de influenza en el año anterior. Debido al cambio antigénico que se produce cada año, es necesario modificar la composición de la vacuna. Los estudios de costo-efectividad han confirmado la eficacia de la vacuna anti influenza en reducir la morbimortalidad asociada a la epidemia de influenza y los gastos de salud involucrados en el manejo de los enfermos. Además, los estudios clínicos han confirmado que la vacunación reduce el riesgo de neumonía, hospitalización y muerte en la población senescente durante la epidemia de influenza, cuando la cepa de la vacuna es similar a la presente en la comunidad. Se recomienda vacunar anualmente a los adultos sanos sobre 65 años de edad, portadores de enfermedades crónicas (cardiopatías, EPOC, nefropatías, diabetes mellitus, cirrosis hepática, pérdida crónica de LCR, asplenia funcional o anatómica, alcoholismo), mujeres embarazadas con más de 3 meses de gestación, inmunocomprometidos, pacientes institucionalizados (geriátricos, residentes en casas de reposo), trabajadores de la salud, viajeros a áreas geográficas de epidemia