Reporte de un caso: Embarazo gemelar con un feto vivo y mola completa

RESUMEN La coexistencia de una mola completa y un feto vivo es una condición infrecuente que puede evolucionar con múltiples complicaciones tanto maternas como fetales; entre ellas aborto, preeclampsia, hipertiroidismo, metrorragia, parto pretérmino y enfermedad trofoblástica gestacional persistente...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Ravello G,I., Sáez C.,J., Poblete V.,A., Altamirano,R., Solari D,M.
Lenguaje:Spanish / Castilian
Publicado: Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología 2019
Acceso en línea:http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75262019000200136
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Sumario:RESUMEN La coexistencia de una mola completa y un feto vivo es una condición infrecuente que puede evolucionar con múltiples complicaciones tanto maternas como fetales; entre ellas aborto, preeclampsia, hipertiroidismo, metrorragia, parto pretérmino y enfermedad trofoblástica gestacional persistente. No existe consenso internacional respecto al manejo de esta condición, aun conociéndose el mal pronóstico para el feto y los elevados riesgos maternos asociados. El siguiente es un reporte de un caso clínico de embarazo gemelar con feto vivo y mola completa, diagnosticado a las 12+1 semanas. Luego de realizar consejería, y en contexto de la legislación chilena en el año 2015, se decide continuar con el embarazo. La paciente es monitorizada en policlínico de alto riesgo obstétrico con controles seriados de b-HCG, ecografía fetal y RNM pélvica. Desde las 13 semanas presenta hipertensión arterial que se maneja con antihipertensivos orales; posteriormente, a las 20+2 semanas, desarrolla un cuadro de preeclampsia severa por lo que, en conjunto con la paciente, se decide realizar histerectomía en bloque. Dada la persistencia de valores de b-HCG elevados a las 12 semanas post interrupción del embarazo, se decide tratamiento con metotrexato. El caso fue analizado en Comité de Ginecología Oncológica donde se decidió seguimiento con b-HCG, lográndose la negativización a las 38 semanas post metotrexato. Se confirmaron valores negativos de b-HCG por 6 meses, tras lo cual fue dada de alta.