El papel de la fenomenología en la terapéutica psiquiátrica con especial referencia a la esquizofrenia
La fenomenología es un método de descripción y, por ende, de conocimiento de realidades complejas. A primera vista no parece haber una relación, entonces, entre este método y la terapéutica. Sin embargo, este nexo existe en al menos dos sentidos. Primero, porque la actitud fenomenológica es fundamen...
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Autor principal: | |
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Lenguaje: | Spanish / Castilian |
Publicado: |
Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía
2002
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Materias: | |
Acceso en línea: | http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-92272002000400002 |
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Sumario: | La fenomenología es un método de descripción y, por ende, de conocimiento de realidades complejas. A primera vista no parece haber una relación, entonces, entre este método y la terapéutica. Sin embargo, este nexo existe en al menos dos sentidos. Primero, porque la actitud fenomenológica es fundamental para el correcto diagnóstico de las enfermedades endógenas, esas que carecen de un substrato al que se puede acceder por medio de exámenes de laboratorio o por imágenes. La "sensación praecox" (Praecox-Gefühl) es sólo un ejemplo de diagnóstico fenomenológico de la esquizofrenia. Existen incluso investigaciones empíricas que demuestran que la mayoría de los psiquiatras emplea en la práctica clínica el diagnóstico "atmosférico", sin saber siquiera que éste tiene una fundamentación teórica. En segundo lugar, la fenomenología está vinculada al tratamiento de la esquizofrenia a través de ciertas formas de psicoterapia que han nacido a su amparo, como es el caso de la psicoterapia existencial (Binswanger) y de la hermenéutica (Blankenburg). Más que una revisión de los aportes de las psicoterapias mencionadas, el autor se propone mostrar en este trabajo de qué manera la actitud fenomenológica puede traducirse en formas prácticas y originales de ayuda al paciente esquizofrénico. Es el caso, por ejemplo, del carácter terapéutico que puede tener la primera entrevista, el alivio que puede significar para el paciente una actitud del terapeuta que esté libre de prejuicios como la distinción entre normal y anormal, cuerdo o loco, real o irreal, etc. Y por último, la asunción de una perspectiva dialéctica que permita descubrir en cada paciente lo positivo de su negatividad. |
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