La vid y el vino en la costa central del Perú, siglos XVI y XVII

El cultivo de la vid se desarrolló temprano en los llanos costeros y en los valles medios de las vertientes occidentales andinas cuyas características de clima y suelo eran propicios. Españoles y criollos habían hecho caso omiso de las ordenanzas reales y virreinales que trataron inútilmente de limi...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Soldi,Ana María
Lenguaje:Spanish / Castilian
Publicado: Universidad de Talca. Instituto de Estudios Humanísticos 2006
Materias:
Acceso en línea:http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-23762006000200004
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Descripción
Sumario:El cultivo de la vid se desarrolló temprano en los llanos costeros y en los valles medios de las vertientes occidentales andinas cuyas características de clima y suelo eran propicios. Españoles y criollos habían hecho caso omiso de las ordenanzas reales y virreinales que trataron inútilmente de limitar este cultivo y la producción de vinos locales que competían con los importados de España. En la zona de la que trata este trabajo - Pisco, Ica y Nasca- por un tiempo relativamente breve incluso los señores indígenas locales que todavía eran "ricos" y poseían tierras se dedicaron con éxito a plantar viñas y a producir vino, y hasta hubo "indios naturales" que se habían dedicado a esta actividad, aunque estos últimos fueron obligados a desistir después de pocos años. En la última década del siglo XVI y las primeras del siglo XVII muchas de las propiedades de los señores indígenas de segunda y tercera generación se transfirieron a españoles y criollos por ventas o, en numerosos casos, por donaciones o disposiciones testamentarias a diversas órdenes religiosas establecidas en el Perú. He citado aquí como ejemplo algunos de estos casos que favorecieron a la Compañía de Jesús Parte de mi investigación está dedicada a cuán rápida fue la multiplicación de los viñedos en los valles y llanos de Pisco, Ica y Nasca, a las técnicas de plantío, a los cuidados de las vides así como se practicaban entonces, y a cómo se vendimiaba. La mano de obra necesaria para todas estas tareas estaba a cargo de esclavos que era necesario importar en número creciente. Quienes se dedicaban a la fabricación de los recipientes indispensables para guardar y transportar el vino por tierra o por mar eran más bien artesanos libres, muy solicitados y bien remunerados. Las alteraciones naturales como erupciones volcánicas, terremotos y maremotos que se produjeron recurrentemente a lo largo y ancho de una vasta zona del territorio del Perú de entonces, desde fines del siglo XVI hasta bien entrado el siglo XVIII, afectaron duramente a los viñedos y bodegas causando la pérdida de cosechas que fueron registradas en apenas una mínima parte