Leucoplasia Verrucosa Proliferativa: A Propósito de un Caso Clínico
La Leucoplasia Verrucosa Proliferativa (LVP) es una placa blanca, verrucosa, exofítica, de crecimiento lento, que no se desprende al raspado y que tiende a comprometer diversos sitios de la mucosa oral. Es resistente al tratamiento independiente de la terapia adoptada y presenta una alta tasa de rec...
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Autores principales: | , , |
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Lenguaje: | Spanish / Castilian |
Publicado: |
Universidad de La Frontera. Facultad de Medicina
2013
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Acceso en línea: | http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-381X2013000300007 |
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Sumario: | La Leucoplasia Verrucosa Proliferativa (LVP) es una placa blanca, verrucosa, exofítica, de crecimiento lento, que no se desprende al raspado y que tiende a comprometer diversos sitios de la mucosa oral. Es resistente al tratamiento independiente de la terapia adoptada y presenta una alta tasa de recidiva posterior al tratamiento quirúrgico. Desde 1985, cuando fue descrita por primera vez por Hansen, hasta le fecha, se ha mantenido como una entidad patológica compleja. Reportamos un caso de una paciente de sexo femenino de 72 años de edad que consulta por una lesión blanca, verrucosa, asintomática, que no se desprende al raspado, en el borde y vientre lingual y piso de boca. Se realizaron 2 biopsias incisionales del borde lateral de la lengua. Al examen microscópico se observó en ambas biopsias un grueso revestimiento epitelial acantósico, con marcada hiperparaqueratosis, una membrana basal nítida y cambios displásicos mínimos. Al mes de realizadas las biopsias la lesión presentó recidiva, manteniendo las mismas características clínicas encontradas inicialmente. Considerando la evolución, comportamiento biológico y las características histopatológicas, la lesión se diagnosticó como una LVP. Hasta la fecha, no hay protocolo de tratamiento establecido para estas lesiones. En este caso en particular, tomando en cuenta la extensión de la lesión, los sitios comprometidos, las escasas atipias presentes al examen histopatológico, la edad y escaso nivel socioeconómico de la paciente, se decidió no realizar la remoción quirúrgica de la lesión y mantenerla en control clínico cada 3 meses. Después de varios controles realizados durante un periodo de 3 años, se observó que la lesión mantuvo sus características clínicas iniciales. Esto confirma que haber optado por un tratamiento conservador, en este caso en particular de LVP, fue la decisión correcta. Sin embargo, es importante considerar que, según lo reportado en la literatura, la tasa de transformación maligna es alta e impredecible, por lo que los controles clínicos periódicos son de vital importancia para diagnosticar precozmente su evolución a carcinoma espino celular o carcinoma verrucoso. |
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