Autoespaciador en rinoplastía por técnica abierta y cerrada

Introducción: La dificultad en el adecuado manejo del dorso nasal radica en su pérdida de soporte, razón por la cual el injerto espaciador (spreader graft) ocupa un lugar destacado en rinoplastía, proveyendo amplitud al techo dorsal, a la vez que incrementa el ángulo de la válvula nasal interna, gen...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Casanueva L,Fernando, Astudillo O,David, Santamaría C,Alfredo, Cardemil M,Felipe
Lenguaje:Spanish / Castilian
Publicado: Sociedad Chilena de Otorrinolaringología, Medicina y Cirugía de Cabeza y Cuello 2015
Materias:
Acceso en línea:http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-48162015000200004
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Descripción
Sumario:Introducción: La dificultad en el adecuado manejo del dorso nasal radica en su pérdida de soporte, razón por la cual el injerto espaciador (spreader graft) ocupa un lugar destacado en rinoplastía, proveyendo amplitud al techo dorsal, a la vez que incrementa el ángulo de la válvula nasal interna, generando una optimización en los resultados estéticos y funcionales de la cirugía nasal. El autoespaciador mantiene estos mismos principios, utilizando el propio cartílago lateral superior. Objetivo: Describir la técnica del autoespaciador, beneficios y la experiencia de los autores en 80 casos de pacientes sometidos a rinoplastía por abordaje abierto y cerrado. Material y método: Trabajo retrospectivo descriptivo, de los pacientes intervenidos quirúrgicamente por autor principal utilizando la técnica señalada. Resultados: Casuística de 80 pacientes, de los cuales 70% sexo femenino, siendo el promedio de edad 30 años. Abordaje abierto en el 50%. No se reportaron complicaciones intraoperatorias, no existieron obstrucciones anatómicas ni funcionales a nivel de la válvula nasal interna, así como tampoco deformaciones estéticas en "V" invertida tras un seguimiento reportando entre 6 y 24 meses. Conclusión: El autoespaciador al igual que el injerto espaciador clásico, previene problemas funcionales manteniendo el ancho del dorso nasal y optimizando el adecuado funcionamiento de la válvula interna, al tiempo que incrementa el éxito estético de la cirugía, pareciendo a los autores, más simple y fisiológico respecto a su predecesor, el injerto espaciador clásico.